COMPA, ¿YA VOTASTE?: CRÓNICA DE LAS ELECCIONES EN LA FACULTAD DE SOCIALES DE LA UBA
por Tomás Ordoñez y Martina Zurita
Esta semana hubo elecciones en las Facultades de la UBA. Estas no solo marcan la renovación de autoridades del Centro de Estudiantes, sino que también representan un pulso del clima político y social que atraviesa al estudiantado. Entre pasillos repletos de militantes, afiches y eslóganes, emerge un microclima único: la efusividad del compromiso militante choca con el escepticismo de quienes perciben este proceso como una formalidad vacía. Este contraste revela mucho más que el simple acto de votar, pone en cuestión el sentido de pertenencia de los jóvenes a los procesos políticos, en una lucha entre ideales históricos y realidades actuales.
Opinión - Por Martina Zurita y Tomás Ordoñez
08 de Septiembre, 2024
Es viernes por la tarde y la primavera comienza a escurrirse en la Ciudad de Buenos Aires. En las escalinatas de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA se observan estudiantes vistiendo coloridas remeras manga corta con el nombre de su agrupación estampado en el frente. Algunos aparentan estar cansados, casi sin energía - han estado ahí firmes desde el lunes a primera hora. Aun así, su atención parece no disiparse. Cada vez que un estudiante ingresa a las instalaciones, los militantes, como si se tratasen de autómatas, corren hacia él y al unísono recitan la pregunta “Compa, ¿ya votaste?”
Del dos al seis de septiembre se llevaron a cabo las elecciones para elegir una nueva conducción del Centro de Estudiantes, renovar la junta de carrera y elegir a sus autoridades. Durante aquellos días el dictado de clases pareció soslayarse y se vio eclipsado frente a la ansiada jornada de comicios. Por una semana las aulas perdieron el protagonismo del alumnado y este se trasladó a los pasillos y al hall central, donde se dispusieron las mesas de votación.
La vehemente atmósfera política que en la cotidianeidad encierra la vida universitaria de FSOC, se exacerbó. El tono de los discursos que habitualmente interrumpen las clases se elevó, los enfrentamientos entre organizaciones se tornaron más ríspidos y los militantes parecieron multiplicarse buscando contagiar su convencimiento respecto a la importancia de la jornada en los demás estudiantes.
Pasillos de la Facultad de Sociales en la semana de elecciones.
Así, un microclima efusivo, que cargó a la facultad de una energía ambivalente - densa pero también pasional - se instaló en la facultad. Aquel vigor penetró, aunque de distinto modo, en cada uno de los estudiantes que recorrieron sus pasillos esta semana y generaron en ellos reacciones ciertamente disímiles. Nos interesa entonces, ahondar en cómo el estudiantado transitó la semana de elecciones y cuáles fueron sus valoraciones y opiniones respecto al proceso de votación en su lugar de estudio.
--------------------------
Para entender mejor este fenómeno, realizamos una encuesta que recibió más de 300 respuestas anónimas de estudiantes de la Facultad, revelando una interesante variedad de perspectivas del estudiantado respecto a la jornada de comicios. Por un lado, el 91.8% de los encuestados manifestó su intención de votar, lo que refleja una amplísima disposición a participar en el proceso electoral. Sin embargo, este entusiasmo por ejercer el voto se ve contrastado por la percepción de muchos estudiantes de que, a pesar de participar, no confían en que las elecciones traigan cambios significativos en su vida académica. Aunque el 44.7% considera que las elecciones son "muy importantes" y el 70.8% cree que tienen al menos algún impacto en su vida académica, muchos de los encuestados revelan un escepticismo generalizado hacia las agrupaciones estudiantiles.
Fuente: Elaboración propia
Las preguntas abiertas incluidas en la encuesta nos permitieron dar cuenta de la opinión más descarnada del estudiantado respecto a las elecciones en general y las agrupaciones en particular. Muchos de los encuestados, creen que la campaña redundo en meras críticas hacias las demás agrupaciones. Así un considerable número de encuestados tuvo la percepción de que la campaña negativa le ganó a la propositiva. En conformidad, evidenciamos que una enorme cantidad de estudiantes cree no poder diferenciar las propuestas entre las distintas agrupaciones. Un comentario dejado por una encuestada resume en breves palabras, la percepción de muchos: “mucha crítica al otro, pero poca propuesta”
Por otro lado, identificamos que la saturación de propaganda y los constantes intentos de captación del voto por parte de los militantes son otros factores que contribuyen al disgusto que cierto sector del estudiantado siente en época de elecciones. “Te abordan como si fuera un robo piraña” expresó un encuestado; “porfa basta de acosar en los pasillos” remarca otro estudiante. Estas respuestas ponen en evidencia una singular paradoja: aunque la mayoría vota y cree que las elecciones son importantes, una porción considerable se siente fastidiada por la jornada de comicios y duda de la capacidad de las agrupaciones para cumplir con sus promesas o influir de manera tangible en la vida universitaria.
Este escepticismo se complementa con la percepción de que las agrupaciones han caído en una rutina similar a la de los partidos políticos tradicionales: un ejercicio de confrontación y promesas que rara vez se materializan en mejoras concretas. En este sentido, las elecciones estudiantiles en la UBA parecen reflejar, en miniatura, las mismas tensiones que enfrentan los sistemas democráticos en contextos más amplios: una creciente brecha entre las expectativas de participación y la capacidad de las instituciones para cumplir con aquellos anhelos.
No obstante, es fundamental no perder de vista que, para un segmento del estudiantado, estas elecciones son un espacio vital de lucha. Para este sector, no se trata solo de dirimir asuntos internos de la gestión de la facultad, sino también de la defensa del sistema público universitario frente a un contexto político y económico adverso. Segun el Consejo Interuniversitario Nacional, los docentes han visto caer su salario un 77,8% respecto a la inflación acumulada desde el mes de diciembre, la Universidad nacional de Madres de Plaza de Mayo amaneció un día cargada de policías y el gobierno amenaza con vetar toda propuesta a elevar el presupuesto universitario que se interponga con el equilibrio fiscal. En estas circunstancias, el voto estudiantil se revaloriza como un mecanismo de resistencia, una forma de defender el ideal de una educación inclusiva y democrática. Para estos estudiantes, la participación no es solo una formalidad, sino un ejercicio continuo de construcción colectiva, incluso si los resultados a corto plazo son limitados.
Este contraste entre quienes valoran el acto de votar como una herramienta transformadora y quienes lo ven como un mero trámite inefectivo plantea preguntas más amplias sobre el rol de la política estudiantil. ¿Hasta qué punto el activismo estudiantil puede movilizar a las generaciones más jóvenes a involucrarse en el debate público? ¿Podrá ser el movimiento estudiantil el capaz de reavivar el sentido de pertenencia de los jóvenes y los inspire a reconectar con los procesos sociales y políticos?
En definitiva, las elecciones estudiantiles en la UBA no son un simple reflejo de la apatía o del compromiso político de los estudiantes. Son, más bien, una ventana a las tensiones más profundas entre la participación, las expectativas y la efectividad de las estructuras democráticas. Los datos revelan que, aunque existe un claro desencanto con las agrupaciones y el proceso electoral, los ideales que se forjaron en la Reforma de 1918 siguen latentes en el estudiantado en general. Así entonces, lo que queda claro es que este proceso, con todas sus contradicciones, sigue siendo un lugar de disputa simbólica sobre el rol de los estudiantes en la transformación de su propio entorno educativo.
----------------------
Es sábado por la mañana. Las mesas de votación han cerrado ayer por la noche, pero el conteo todavía sigue sin terminar. La vigilia militante no cesa. Los estudiantes resisten el sueño, su expectativa es más fuerte que el insomnio - saben que solo después de tener un resultado definitivo abandonaran la facultad. A las 6:00 comienzan a escucharse los bombos. Hay desilusión y amargura en las caras de algunos, pero también se observan lágrimas de emoción en muchos de los militantes. Entre abrazos y cánticos, crece la sensación de que cada una de las pasadas, reuniones y afiches pegados valieron la pena. La dirección del centro de estudiantes ha cambiado de signo político. Los militantes, victoriosos, copan el patio de la facultad. De pronto una descomunal bandera con el rostro de Nestor Kirchner se despliega en el edificio de la Facultad, dando la sensación que su ideario y vasto legado están más vivo que nunca en la militancia estudiantil.
En definitiva, lo que parece materializarse en el patio de FSOC es la utopía de un verdadero pueblo militante, parecida a aquella esbozada por Damian Selci en “Teoría de la militancia”. Un poder popular organizado, cuyos integrantes son portantes de una subjetividad política que los obliga a asumir la responsabilidad de transformar su mundo - la facultad. No obstante, al cruzar Santiago del Estero, la efusividad se apaga, el compromiso militante se disipa y se revela que lo que se vive en Sociales es tan solo un excepcional microclima.
Notas relacionadas
UN ESPACIO PARA TODOS
Desde la llegada de Javier Milei al poder hubo una serie de cambios estructurales en las políticas del gobierno. Un nuevo proyecto económico y social vino a desmembrar las formas de concebir las políticas públicas del Estado,y con ello, suscitó un cambio de prioridades en el ámbito de la salud pública.
LAS ALTAS EXPECTATIVAS DE VIDA… ¿NOS ESTÁN ARRUINANDO?
¿Qué pasa cuando la ambición y nuestras expectativas de vida sobrepasan las fronteras de nuestra realidad? Habitamos un espacio dentro de las redes sociales lleno de mensajes promoviendo exclusivamente el bienestar individual, donde todo logro es alcanzable sin importar el resto, pero ¿Es este el medio por el cual nos acercamos a la plenitud o sólo nos sumergimos más en cumplir con un ideal que no nos pertenece?
VILLARRUEL, MILEI Y EL JUEGO PELIGROSO DE LA VICEPRESIDENCIA
Victoria Villarruel, de sombra a amenaza: la vicepresidenta desafía el poder de Javier Milei y abre un nuevo frente de inestabilidad en el gobierno. ¿Hasta dónde llegará su ambición y qué significa esto para el futuro político de Argentina?