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MACRO-ESTRUCTURAS Y MICRO-EXPERIENCIAS: SOBRE MODELOS E HIPÓTESIS PARA LAS CIENCIAS SOCIALES

por Mariano Fernández Zarazoga

Un breve ensayo sobre nuevos modos de generar y contrastar hipótesis sobre sistemas sociales. Ejemplos para entender la distancia entre fenómenos sociales macroscópicos y microscópicos y algunas herramientas para trabajarla. 


Ensayo - Por Mariano Fernández Zaragoza
12 de Septiembre, 2024

Introducción

Este texto es un intento de ejemplificar la relación o distancia entre los fenómenos macroscópicos y microscópicos de los sistemas sociales. Introducirá conceptos y situaciones hipotéticas que, con suerte, serán útiles para problematizar otras preguntas.

La Cena de Schelling1

Observemos la siguiente situación. El anfitrión de una cena recibe a veinte invitados. Diez mujeres, diez hombres. Debe asignar asientos en una sola mesa de veinte lugares. Tiene la certeza de que todos los invitados prefieren cenar mezclados balanceadamente entre hombres y mujeres. El anfitrión quiere que todos los invitados se sientan a gusto.

Asigna asientos como muchos de nosotros haríamos: mujer, hombre, mujer, hombre, etc. Concluye que no habría manera de mezclarlos más y que hizo un buen trabajo.

Al rato se pregunta: ¿Cuán mezclados se sienten los invitados? o ¿Cómo experimentan los invitados cuán mezclados están?

Para responder no debemos pensar en la disposición general de sus posiciones, si no, tener en cuenta con quienes podrá interactuar cada invitado. Cuál será su universo. Llamaremos a esto el vecindario de un invitado: el grupo de personas que ve y a las cuales reacciona2.

Naveguemos tres opciones3.

(1)El vecindario de un invitado está compuesto por cualquiera que esté sentado en la mesa. Así, cualquier hombre ve nueve hombres y diez mujeres. Cualquier mujer ve nueve mujeres y diez hombres. Por ende, cualquiera experimenta su vecindario como mezclado.

(2)El vecindario de un invitado está compuesto por quien se sienta a su derecha y a su izquierda. Al estar sentados intercaladamente, el vecindario de cualquier invitado será dos hombres o dos mujeres. De cualquier forma, observa un vecindario lo menos mezclado posible.

(3)El vecindario incluye a quienes se sientan a la izquierda, derecha, y quienes se sienten en frente. No sabemos qué forma tiene la mesa, pero las preguntas que deberíamos hacer serían: ¿qué tan mezclado está su vecindario? o como estuvimos evaluando, ¿qué tan balanceado está su vecindario entre la cantidad de hombres y de mujeres? Vemos en este ejemplo que, aunque el anfitrión se esmeró en mezclar balanceadamente a los invitados, no fue suficiente para asegurar que todos perciban una cena mezclada. De hecho, su percepción depende de sus vecindarios. El anfitrión representa a cualquiera que desee afectar la vida de un grupo de individuos y cometa el “error” de solo basarse en la imágen macroscópica. Concluímos que la imágen macroscópica (la de toda la mesa) no siempre describe precisamente la micro-experiencia de los individuos que la habitan. El concepto (o puente) que explica estas diferencias es lo que definimos como vecindario. Además, aunque postulamos el vecindario como una característica fija (y desconocida) del sistema, lo abrimos como una dimensión de intervención hipotética: se podría impactar la experiencia individual forzando un cambio en los vecindarios.

Un Modelo Simplón de Depresión Colectiva

Estando cómodos con la noción de vecindario, podemos hacer un giro. Trabajamos otro ejemplo, sin la intención de argumentar que es verosímil. Queremos demostrar cómo se pueden desarrollar modelos más profundos sobre los sistemas compuestos por múltiples individuos.

Tomemos una red social y a todos los individuos que participan de ella. Simplificando, diremos que cada usuario representa un individuo y que su vecindario está compuesto exactamente por las personas a las que sigue. Notar que en este ejemplo un usuario puede seguir a alguien y no ser seguido por él. Esta vez, asumimos que un individuo está satisfecho cuando tiene más likes que la mitad de su vecindario.

Llamamos modelo basado en agentes a formalizaciones como la expuesta: desagrega un sistema social y lo formaliza como un conjunto de individuos con reglas de interacción definidas.

Terminemos de elaborar este ejemplo con una última suposición: al seguir a alguien nuevo (o al agregar alguien a su vecindario) la mayor parte de las veces los individuos eligen a alguien con más likes que sí mismos. Se pueden imaginar mecanismos que lleven a este resultado, sean algorítmicos o comportamentales.

El devenir se va haciendo evidente. Contamos con una red en la cual los usuarios tienen cierta inercia hacia vecindarios que los condenan a la insatisfacción.

Atención, así como en el primer ejemplo llegamos a que podían todos estar insatisfechos incluso cuando macroscópicamente se satisfacían sus preferencias, aquí podemos llegar a una conclusión similar.

Por definición matemática, la mitad de los usuarios tienen más likes que la otra mitad. Pero, la dinámica que introdujimos hace que muchos de los usuarios en la mitad superior perciban un vecindario que lo supera en likes y así, esté insatisfecho.

Este segundo ejemplo nos deja en un nuevo lugar. Consideramos los vecindarios como características flexibles e individuales y en el cual su dinámica depende de algún otro mecanismo. Vimos como la micro-experiencia (de insatisfacción) individual sobre la estructura macroscópica está dinámicamente desviada de una realidad macroscópica. A esto lo postulamos como un modelo simplón de depresión colectiva. Construimos la base de un modelo basado en agentes.

Conclusión

Ambos ejemplos devienen en fenómenos específicos que dependen de supuestos sin fundamentos expuestos. Pueden ser obviados.

No así las conclusiones, que superan esos ejemplos. Introdujimos una manera de pensar los sistemas de individuos como grupos en los que las micro-experiencias dependen de sus vecindarios. Dimos una definición de qué es un vecindario y con el segundo modelo mostramos el aporte de pensar los vecindarios como una variable dinámica.

Es evidente que los problemas que enfrentamos hoy requieren un profundo entendimiento de los sistemas sociales. En el siglo XXI, la naturaleza virtual de nuestra vida social hace a los vecindarios más flexibles, intervenibles y diseñables que en cualquier otro momento de la historia. Queda en el lector deducir quienes ejercen esa capacidad y con qué objetivos lo hacen.

Por último, recordar que la novedad de lo expuesto es epistemológica. La intención es acercar una forma novedosa de producir hipótesis en el campo de las ciencias sociales. Demostramos como la distancia entre los fenómenos macro y micro es estudiable y formalizable mediante el uso de las herramientas expuestas: desarrollo de modelos basados en agentes, atención a la estructura de los vecindarios y exploración de variaciones dinámicas de estos. 

1 Ejercicio mental inspirado en el capítulo Sorting and Mixing: Race and Sex, que aparece en Micromotives and Macrobehavior (1978) de Thomas C. Schelling, economista laureado con el Nobel en el 2005. 

2 El concepto de vecindario es una relación que trae dos preguntas importantes. (A) Simetría: ¿Si Manuel está en el vecindario de Juan, Juan debe estar en el de Manuel? (B) Reflexividad: ¿Pertenece Pedro al vecindario de Pedro?

3 Notar que el vecindario de un invitado, una vez que se hace la cena, podría ser algo medible o inferible. Pero en este momento, en el que estamos tratando de pensar la mejor manera de organizar la cena, necesitamos tener diferentes hipótesis sobre cómo es un vecindario y razonar acorde a ellas.

*Estudiante avanzado de Ciencias de Datos (Exactas, UBA). Se dedica a la epsitemología de sistemas complejos y como construirla desde dos ángulos complementarios: el modelado matemático y el diseño. Pertenece y escribe para Filosofía del Futuro.

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